martes, 14 de julio de 2009

Ana, ...siempre metiendo el dedo.........

La amistad responde a la necesidad, al profundo deseo de comunicación y de vida compartida que siente el ser humano desde lo más hondo de su ser. Somos seres vulnerables,necesitamos la comprensión y el afecto de los otros. Sólo el dios de Aristóteles o el Uno plotiniano se pueden permitir el lujo de no tener amigos, pero el ser humano requieredel vínculo de la amistad, para vivir, para desarrollarse plenamente. A nadie se le escapa, que necesitamos amigos para aspirar a una cierta felicidad. Necesitamos confidentes,personas cercanas a quiénes poder revelar nuestros secretos más íntimos, nuestras angustias y temores. Necesitamos ser escuchados, ser amados, ser aceptados incondicionalmente,más allá del cálculo de rendimientos.
La amistad es la culminación de vida interpersonal, el más preciado de los vínculos. Más allá de la amistad útil y de la que se funda en el placer, está la amistad pura, la quese construye sobre el bien y cuya finalidad es el bienestar del amigo, su eudaimonia. La amistad solamente adquiere pleno valor si supera la prueba del tiempo, si el lazo queune a los dos amigos supera las contrariedades y los avatares de la historia.
Este vínculo se ha descrito de múltiples maneras y ha adquirido formas muy variadas a lo largo de la historia, pero la amistad constituye uno de esos lazos universalmentecompartidos en todas las culturas. Es virtud, vínculo y sentimiento, una extraña mezcla de fenómenos que dota de valor y sentido de la vida humana. Se trata de una relación de mutua benevolencia, fundada en la complicidad y en la confidencialidad, que exige un pacto tácito de obligaciones y de deberes. Lazo profundo que se cuece a lo largo de los añosy que salva a los hombres de la soledad.
¿Puede haber algo así como una amistad líquida? ¿No se trata de un contrasentido, de una contradictio in terminis una amistad líquida? La amistad requiere de solidez, de
confianza. Uno sabe que cuenta con un amigo, cuando puede acudir a él a cualquier hora, cuando es aceptado por ser quién es y no por el papel que representa en la sociedad. En tiempos de modernidad líquida, la amistad se presenta como un lazo excesivo, como algo desmesurado para la mentalidad de la debilidad. Da miedo afianzar un vínculo de tales dimensiones, ir más allá de la cháchara y la juerga de los viernes, estar dispuesto a sacrificarse por el bien del amigo. Es evidente que se requieren amigos, pero no se concibe este vínculo con la seriedad que tradicionalmente se le ha atribuido. Chateamos y tenemos compinches con quienes chatear. Necesitamos comunicarnos, establecer redes y tener la sensación que somos socialmente relevantes. Los compinches o colegas on line, como bien lo sabe cualquier adicto, van y vienen, aparecen y desaparecen, pero siempre hay alguno en línea para ahogar el silencio con “mensajes”. En la relación de “colegas”, el ir y venir de los mensajes, la circulación de mensajes, es el mensaje, sin que importe el contenido. Esta relación de colega nada tiene que ver con la seriedad de
la amistad, ni con las exigencias que acarrea tal vínculo.



Entender lo que Zygmunt Bauman dice, ha sido revelador.La mirada a las personas de esta sociedad, que hace éste sociólogo polaco es super analalítica por cierto. Este comprender de las relaciones "modernas" es un desafío a mi inteligencia un poco atrofiada de tanto cosa sin sustento que anda dando vueltas sobre todo para mí estado emocional, y fue fantástico abrir la mente para comprender a las personas de hoy y me alegro que aún quedamos los que nos jugamos por los seres que amamos, marido, hijos, padres, hermanos y AMIGOS!y no morimos en el intento.

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